Reconocer con la práctica todo el poder de la atención para manejar espacios y tiempos; administrando cada ciclo de acción con autodeterminismo, marca definitivamente una forma de vida, que además de abrir las puertas al aprendizaje, permite disfrutar de lo que se hace.
Trabajar con eficiencia, asegurar la calidad de cada ejecución, conservando un óptimo estado emocional.
Experimentar que la serenidad, el control y la focalización disparan por mil la velocidad y la precisión de nuestras ejecuciones sin caer en sobreesfuerzos.
Practicar la comunicación asertiva y llegar a la terminal que decidamos para expandir nuestro universo. Entender que esta siempre será la mejor herramienta para reconocernos y conocer a otros, para resolver diferencias y hacer acuerdos.
Sentirnos libres de prejuicios y de la necesidad de juzgar. Es disfrutar la capacidad de comprender nuestra realidad y la realidad de los demás, lo que nos agrada y lo que rechazamos, lo sublime y lo indeseable, a tomar lo que nos nutre y dejar de lado lo que nos retrasa. Es reconocer nuestros hábitos actuales y tomar la decisión consciente de modificar los que nos perjudican.
Saber Aprender es también aprender de la experiencia, aprender de nuestros aciertos para seguir creciendo, aprender de las caídas para caminar con seguridad, aprender de los errores para no repetirlos, aprender de los triunfos y derrotas, entendiendo el juego de la vida.
Es saber que sobreviviremos en y con este planeta, como raza, como especie como sociedad en un entorno seguro y sostenible, solo si respetamos y valoramos la vida en todas sus manifestaciones y en todos y cada uno de sus ciclos naturales, trabajando en equipo por intereses comunes que nos entreguen bienestar.
Es desarrollar habilidades en el aprender haciendo, es acceder al conocimiento y acrecentar el talento donde la inteligencia se manifieste y nuestras acciones generen el espacio para el buen vivir.
Saber Aprender trabaja conceptos que pueden parecer meramente académicos, pero que al extenderlos al ejercicios de la vida misma, cierra el bache entre el aula y la vida familiar que no lograron salvar las instituciones educativas, la desconexión entre la educación y la formación, la preocupación por alimentar el intelecto sin valorar al SER, el objetivo de preparar ciudadanos para competir buscando exclusivamente el éxito individual, el desconocimiento de los conflictos del mundo actual y por lo tanto la falta de herramientas para enfrentar y aportar soluciones a la crisis socio-ambiental que vive nuestra humanidad.
Con Saber Aprender nos hacemos conscientes que se aprende todos los días, pues la vida misma es la mejor escuela de aprendizaje. Aprendemos que la simplicidad nos acerca al conocimiento y la complejidad nos aleja del mismo, convirtiendo tortuoso el camino que vamos transitando. Se aprende, que de nosotros depende modificar nuestros pensamientos y confrontar la vida con otras actitudes, las que nos conduzcan a la Súper vivencia y el disfrute que esto acarrea.
